Sendero cerrado

La detención de los miembros más prominentes del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), el ?partido político? con el que Sendero Luminoso (SL) intentaba reinsertarse ?esta vez (mal)disfrazado de demócrata? a la vida política nacional, es un hecho por el que hay que felicitar a todas las instituciones involucradas y, ciertamente, al Gobierno. Se trata, además, de una noticia que puede devolver una medida de fe en sus autoridades a una ciudadanía que tiene largo tiempo viendo cómo el tema de la seguridad, al menos en lo que toca a la delincuencia común, se le escapa de las manos al Gobierno de la manera más grotesca, sin que este parezca saber cómo empezar a dar pie con bola para revertir la situación. Después de todo, esta operación, que ha supuesto dos años de paciente investigación policial en coordinación con el Ministerio Público y el Poder Judicial, ha demostrado que todavía existe en nuestro Estado la capacidad de reconocer lo que es una amenaza nacional y la determinación para hacer lo necesario para desactivarla, respetando en el camino la ley y los derechos que esta consagra. Desde luego, podría pensarse que no tiene mayor mérito reconocer sin ambages que una institución que buscaba formalmente reivindicar la carnicería que produjo SL en el Perú constituía una amenaza frontal para el Estado de derecho y la democracia (particularmente habida cuenta del desconcertante número de firmas que, aparentemente, logró recabar para pedir su inscripción). Pero da una perspectiva diferente sobre el tema el recordar, por ejemplo, que llegamos a tener a un ex primer ministro que declaró públicamente que al Movadef había que ?darle la oportunidad? en nuestra vida democrática, siempre que respetase las reglas de esta; y a un embajador en funciones que recibía a los representantes de la organización en el exterior como ?una muestra ?según dijo? de salud democrática?. Y esto, para no hablar de varias otras personas públicas sin cargos estatales que, en la misma línea, sostenían que al Movadef había que darle la oportunidad en la cancha democrática para que no vuelva a la violencia.Naturalmente, todos estos argumentos eran falaces y mostraban solo un ignorar, o un querer ignorar, lo...

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